6. Un mismo yugo

Un yugo es el instrumento que le ponían a los animales en el cuello para unirlos y así pudieran andar juntos para fines específicos. Estos animales debían de ser iguales, mismo tamaño y misma experiencia. “No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; por

que ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas?” (2 Co. 6:14).

Si buscas a una persona que no tiene a Cristo, entonces ¿en qué te estás fijando?

Hablarle a alguien que no es cristiano para comenzar un noviazgo y “convertirlo” está mal. Enfócate en alguien que ya esté buscando a Dios. Si buscas a una persona que no tiene a Cristo, entonces ¿en qué te estás fijando? Debes fijarte en alguien que tenga la misma fe y la misma pasión que tú; la misma visión y las mismas prioridades.

Si buscas a alguien que no quiere servir a Dios ni mucho menos buscarle, esa persona te va a alejar de Dios.

Un mismo yugo porque en ese caso el yugo sería Jesús. Él va a ser el que los va a tener unidos, arando juntos el camino. Si Jesús es el que está uniéndolos, entonces esa relación los va a prosperar y van a crecer en todas las cosas.

Si deseas que tu matrimonio sea una experiencia emocionante y feliz, como Dios lo desea, asegúrate de que tú seas cristiano y que tu pareja también lo sea. Muchas personas no comprenden lo que significa ser cristiano. Creen que cualquier persona que asiste a la iglesia e intenta vivir una vida decente es cristiano. Pero no es así.

"El que tiene al Hijo, tiene la vida; El que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida" 1 Juan 5:12.

Como ya hemos dicho, nunca es la voluntad de Dios que un cristiano se case con una persona incrédula. Cualquier cristiano que deliberadamente desobedece el mandamiento claro de Dios al tener novio o novia incrédulo, y después casarse con esa persona incrédula, puede esperar consecuencias desastrosas.

La Biblia dice:

"Si Jehová no edificare la casa, en vano trabajan los que la edifican". Salmo 127:1